¿Quiénes somos?

Bienvenido al Blog Casa de acogida Madre Redentor.

Nuestro objetivo como estudiantes de la Escuela Universitaria Sagrado Corazón es indagar a fondo en esta casa de acogida que hace una labor social muy importante en Córdoba. Para ello, expondremos la documentación que extraigamos de nuestra propia experiencia personal mediante videos, fotos y comentarios propios. Además, expondremos algunas experiencias del personal voluntario y no voluntario y personal acogido.

Esperemos que sea de gran ayuda nuestra información recopilada. Para cualquier duda, contacte con nosotros en el siguiente correo: grupo2musicaeum@gmail.com

ALGUNOS TESTIMONIOS

VOLUNTARIO:
"Yo estaba en el banco de alimentos de voluntaria, y allí me enteré de que venían a recoger alimentos para traerlos, y a través de las monjas me encantó la labor que se desarrollaba y aquí estoy. Vengo un día en semana y estoy en la cocina, haciendo lo que se necesite. Para mí es muy gratificante ver que nada, no me supone nada, venir una mañana, se puede ayudar en algo, porque aquí siempre hay algo que hacer y ayudar.
Antes me era imposible venir aquí porque tenía una tienda pero la tienda cerró, y puedo emplear un poco de mi tiempo a esto. Pienso que para el voluntariado lo más importante, es tener amor en lo que se está haciendo."
TRABAJADORA DEL CENTRO:

"Mi función es estar en la lavandería, diariamente se recoge la ropa,  se lava y se les entrega a las una y media toda la ropa que echen a  lavar, respetando su ropa. De hecho a algunos, se les guarda su ropa  aquí cuando abandonan la casa, hasta que puedan venir a recogerla. La  lavandería para mí, partiendo de las obras de misericordia, espirituales y corporales, no sólo a nivel cristiano, sino también humano, creo que  es gratificante en el sentido de que estas personas que están en la  calle se les puede hacer un bien, que lo que para una persona a lo mejor le puede dar náuseas o desagradable algunas veces, para mi no lo es. Mi experiencia a mi me gratifica. También los fines de semana limpio  arriba, las habitaciones, porque se alterna un fin de semana si, otro  no, y a mí no me cuesta ningún trabajo porque pienso que mi trabajo es  misión, y en el cual pongo mi esfuerzo y persona y estoy ayudando a  personas a que se reinserten en la sociedad. La labor de la lavandería
me llena como persona,  das de vestir al que esta desnudo. El trabajo es dignificante, me siento muy a gusto, es como una misión que tengo  encomendada. He de decir que ellos son agradecidos. Nunca he tenido
ningún problema con ninguno, me respetan mucho y si algo he aprendido en esta casa es la tolerancia. Antes mi trabajo no era este, a mi me  costaba ponerme en el lugar del otro, pero no desde mis parámetros, sino, desde los suyos, eso lo he aprendido aquí en estos diez años que  lleva la casa abierta. He aprendido también mas valores, he sacado de lo negativo lo positivo, yo tengo mi casa, mi familia en la que somos  felices, es distinto. La justicia y la equidad hay que llevarla a cabo  porque si uno tiene los zapatos rotos y otro no, y solo tengo un par, se los daré al que los tiene rotos."

DIRECTORA:

"Esto surgió cuando el obispado comprobó que había mucha gente en la  calle en esta ciudad y se comprometió a darnos un dinero, Cáritas también contribuye. Mi experiencia como directora, es buena, luchando con ellos, porque ellos viven su vida, en una semana no se puede cambiara una persona. Ellos consideran esto como un hotel, se duchan, se les da de comer, se les da ropa; aunque he de decir que algunos si ayudan a tareas como poner la mesa o hacer su cama, pero pocos. Aparte de directora también estoy en la cocina, cuando vienen los pedidos descargo los camiones,etc...Llevo dos años aquí y los dos de directora. Solo me dedico a esto."

EDUCADOR SOCIAL:

"En un principio la gente llega a la puerta, miramos las condiciones en las que vienen, si vienen drogados, borrachos, si trabajan o no, si han estudiado, su estado civil, si tienen problemas con la justicia, si tienen alguna enfermedad contagiosa, de donde vienen, si tienen familia le damos un perfil y para poder entra en el centro, y durante la semana pues puedan cumplir las normas de respeto, convivencia, etc. Porque al  estar cuarenta personas aquí, con distinta problemática social, distinta conducta es muy difícil la convivencia, entonces nosotros intentamos mantener el orden. Le intentamos dar una reeducación por lo menos dentro
del centro. Las normas de consumo son muy importantes, ya que si consumen porros, heroína, cocaína, e intentan entrar alguna de estas sustancias se puede surgir una problemática importante, además de que
nosotros no llevamos ningún tipo de armas, ni porras y por medio del diálogo es como tenemos que llegar a ellos para evitar problemas graves. Aquí también los informamos de todo tipo de recursos que tienen, a que pagas pueden optar, según la edad que tengan porque hay algunos que no gozan de ningún sustento económico. Le informamos dónde pueden ir, para que ellos se muevan, también le informamos dónde pueden echar currículum, de que se saquen el carnet de la biblioteca. Hay un problema añadido, no podemos controlar lo que hacen de puertas para a fuera. Nosotras nos volcamos mas con la gente mayor, porque los jóvenes de 20 a 35 años en edad de trabajar tienen que moverse."

EDUCADORA SOCIAL DEL CENTRO:

"El objetivo principal de la casa social es que nadie este en la calle pero hay una serie de normativas que cumplir. Intentamos que los consumidores de drogas, lo asuman y ya tenemos la colaboración de distintas asociaciones para poder ayudarlos si la persona quiere. Trabajamos con Proyecto Hombre y si el usuario se encuentra en nuestra casa de acogida se le da una normativa nueva, adaptada a las órdenes de Proyector Hombre, se le restringirían las entradas y salidas, solo se les permite ir a las terapias y volver.También a las personas mayores de 60 años que ya pueden por ley entrar en una residencia por exclusión social y vienen aquí le informamos de las normas, le restringimos para ellos el acceso a sus cuentas de dinero, no para que no saquen dinero, sino para que no se lo gasten todo, porque son todos pensionistas, todos cobran. Que ellos quieren tabaco, dos paquetes al día, nosotros nos encargamos de comprarlo con su dinero y le vamos controlando, y todo esto para que cuando se tengan que ir a la otra residencia, por ley el 75% de la pensión es para la residencia y si esas personas no están acostumbradas a vivir al mes con 150 euros o 100, cuando lleguen allí y no tengan dinero se quedaran en la calle, aquí se realiza un proceso de adaptación. A las dos de la mañana la puerta esta ya llena de personas que quieren  entrar pero aquí solo tenemos 40 plazas. Nosotros tenemos gente repetidora, pueden estar aquí una semana y a los cuatro meses pueden volver, le hacemos la ficha, le mostramos normas, horarios, a veces ven como expulsamos a gente, pero por lo demás la gente sale con el estómago lleno, salga de la calle durante una semana, repone fuerzas. En este último tiempo se ha creado un nuevo perfil, el de los hombres separados con recursos económicos bajos, se queda en la calle y tienen que pasar dinero a la familia.También ha habido residentes que tenían una gran economía, con un buen trabajo y se han quedado sin nada. Pienso que mi labor es difícil, pero me llena."